La ficción de la autoridad
Cuando naciste, no pediste permiso para existir. Simplemente naciste.
A medida que crecías y te relacionabas con los demás, absorbías las ideas parasitarias que impregnan la conciencia colectiva.
La más básica y perniciosa de estas ideas es que una autoridad externa tiene el poder de pensar y decidir por ti.
Acepta esta propuesta y el hechizo se activa.
Diviértete haciendo una lista de todo o de alguien que crees que tiene más razón, más sabiduría, más derecho, más capacidad, más importancia o más poder que tú hasta el punto de confiarle tu poder de decisión.
_________
Cuando pides a otra persona que te oriente en tu vida, estás frenando tu autorrealización. Sin esta conciencia, ningún método te ayudará.
Seth
No tienes que enfrentarte a la verdad si contratas un sistema de creencias para que lo haga por ti. Pero los sistemas de creencias tienen un alto precio: socavan tu energía.
Ken Carey